El de abril de 1956 la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria abrió sus puertas y puso en servicio sus colecciones para apoyar las labores de una comunidad de estudiantes, docentes e investigadores, que abandonaba los edificios del centro de la Ciudad de México, donde había trabajado durante cerca de 50 años, para trasladarse al sur, en una nueva etapa de vida de la institución de educación superior más importante del país, la Universidad Nacional Autónoma de México .